Después de la tormenta...

((El profe no esta~ el profe se fue~ y no le encontrare en clase~))
Mientras el Jefe le chillaba de todo a Vaysh, Tranaleil habia vuelto a la habitacion de Ira, donde seguian los demas, y escuchaba los gritos en silencio
-La que le esta cayendo...

Maralia con gesto evidentemente preocupado se había sentado y miraba a un punto en la nada.
-Sin duda... Espero que el Jefe no se lo cargue, le tenía cariño...
Suspiró
-Y ahora quien me llevará a cuestas cuando vovlamos al mundo humano?

Kesha se había quedado alejado de la puerta en cuanto le gritó -y le quedó más claro que el agua no volver a probecharse de El Jefe-, escuchando. Sí sólo eso ya le ennervió, habría preferido no escuchar el resto.
Se quedó caminando en círculos alrededor de la entrada esperando a que todo terminase, sí, tenía miedo de que El Jefe volviera a gritarle que se largara, pero como no pasó, se quedó por pura curiosidad.
- ¡Felicidades! ¡No te ha descuartizado! -Se acercó a Vaysh para felicitarlo, pero paró al ver que tenía los ojos rojos y que probablemente no estaría de humor para un visita, más bien se alejó un poco.
- Bueno, sólo quería ver si seguías de una sola pieza al salir... y si necesitas ayuda para encontrar a la tipa esa, me avisas que chantajeo a uno o dos detectives. -Acto seguido, caminó hacia el resto de habitaciones.

Suspiró numerosas veces.
Su ritmo cardíaco volvía a normalizarse, y sabía que no tardaría mucho en volver a adquirir su típica personalidad irritante y distante.
Alzó la mirada ha Kesha. Suspiró profundamente y le sonrió de forma forzosa. En parte, estaba de mal humor, pero ahora más que antes necesitaba una mano amiga.

- Gracias, supongo... - Alzó la mirada al techo - Podría haber sido peor...
Vio como Avaricia se alejaba, y tras pensárselo dos veces, caminó hacia su cuarto con gesto cansado. Abrió la puerta de golpe.

- Cuanta privacidad...- Soltó al ver que todos seguían allí.

Tranaleil le miro de reojo
-Es que estabamos esperando a ver si sobrevivias a la charla... por curiosidad, mas que nada. Y por que la gente normal, despues de una bronca, suele necesitar apoyo... pero sobre todo, por curiosidad.

Lilith no había parado de juguetear con su pelo haciendo un rizo o bucle, que cuánto más lo mirabas no le veías el fin.

Cuando vió entrar a Vaysh por la puerta no dudó en tirársele encima.

- ¿Cómo ha ido? ¿Te ha mandado castidad? ¿Te ayudo a corromper ese castigo? ¿Y si salimos de copas? -dijo rápidamente mientras lo apretujaba con su pecho como de costumbre.

- ¡Eh...!...! - A Vaysh no le dio tiempo ni a responder. Calló al suelo de bruces, con Lilith encima.
Las fuerzas aún le fallaban, y las piernas le seguían temblando, culpa del nerviosismo de la mala pasada anterior.

- ¡Agh, quita!...No ayudas...! - Intentó librarse del abrazo, moviéndose como una serpiente, de un lado a otro.
Una vez logró librarse, se sentó con una pierna estirada en el suelo.
- No ha ido tan mal...Me ha dado órdenes de volver al Mundo humano...- Suspiró, mirando a ningún punto fijo. No tenía ganas de volver a ese sitio.

-Bueno pues
Maralia se puso en pie más rápido de lo normal (el tiempo en que vosotros tardariais en poneros de pie, salir a dar un paseo y volver) y le dio un golpecito en la espalda a Vaysh
-Vamos pues,

Tranaleil cruzo los brazos y suspiro
-Era de esperar... nos iban a mandar al mundo humano otra vez de todas formas... por lo menos seguimos el equipo titular, habian ligeras posibilidades que nos encasquetasen un suplente en tu puesto.
El envidioso demonio se apoyo en la pared
-Habra que ir... y esta vez con cuidadito. A la minima que veamos que la cosa se pone chunga, retirada. Si hay que ir y volver veinte veces, se va y se vuelve veinte veces.